Los futbolistas de primer nivel desempeñan una de las profesiones más cómodas y envidiadas de nuestra sociedad, cobrando cantidades enormes por jugar a lo que les apasiona. Si preguntas a cualquier niño qué quiere ser de mayor, la mayoría confesará soñar con ser futbolista. Pero para llegar a la élite no vale cualquiera, debe darse en primer lugar un gran talento innato, acompañado de un esfuerzo enorme y constante. Se suele decir que no hay nada más triste que el talento desaprovechado, ya que si éste no va acompañado de esfuerzo y trabajo, por grande que sea, nunca será suficiente. La ejemplificación de esto tiene nombre propio: Ronaldo Roberto de Assis Moreira, Ronaldinho.
Este jugador brasileño desembarcó en Europa en el PSG, pero su llegada al Barça de la mano del entonces vicepresidente Sandro Rosell marcó un cambio en su carrera y en el fútbol europeo. Ronaldinho cumplió sobradamente las expectativas que todo el mundo puso en él, demostrando que este deporte tiene algo de magia. Ganó el Balón de Oro y el FIFA World Player, marcó goles imposibles y decisivos, inventó regates increíbles y lideró la resurrección del Barça, que se volvió a convertir en un club dominante en España y en Europa ganando dos Ligas consecutivas y una Champions League. En su cuarta temporada, Ronaldinho dejó de ser el mago que era, su baja condición física y sus continuas lesiones -algunas dudosas- provocaron un fuerte bajón en su juego. La temporada siguiente Guardiola llegó al banquillo blaugrana y anunció que no contaba con varios jugadores, entre ellos el brasileño, que fue traspasado al AC Milan. Aunque la llegada al equipo rossonero podría haber significado su recuperación, Ronaldinho continuó sin tomarse en serio la temporada. Sus aportaciones fueron puntuales, lo que acabó relegádole al banquillo, y aunque su nivel de juego mejoró en su segundo año no volvió a ser el jugador que era y lo ha pagado quedándose fuera del Mundial de Sudáfrica 2010.
Este jugador, uno de los mayores talentos de la historia, no ha sido capaz de hacer un esfuerzo y trabajar de acorde a sus cualidades y su status, lo que le ha convertido en un futbolista mediocre. Personalmente, Ronaldinho ha sido el jugador que más me ha hecho disfrutar y me impactaba su manera de imprimir una belleza plástica absoluta cada vez que tocaba el balón. A pesar de todo, siempre podremos recordar esos tres años que convirtieron al Mago de Porto Alegre en un jugador que pasará a la historia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario